viernes, 2 de septiembre de 2016

Dia 48. Llegada a Xi'an.

Domingo, 31 de julio. 7:30 AM, y suena el despertador. Otra vez madrugón, o estar despierto desde muy pronto. A las 9:30 tengo que tomar el tren desde la estación sur de tren, o la estación de trenes rápidos, con lo que a las 8 he quedado con el conductor, el cual primero me llevará al Harmony guesthouse, donde ayer dejé la ropa, y de allí a la estación, que como me dijeron no tiene nada que ver con la antigua, todo moderno, eso sí como llego un poco apurado con el tiempo y hay una cola terrible, tengo que empezar a convencer a la getne que me deje pasar primero, en plan chino total, colándome 100%. Al final, consigo que una chica me deje pasar y consigo mi billete, aunque me toca correr un poco para llegar al “xet in” del tren.

Estación nueva de tren de Pingyao

En unas 4 horas me planto en Xi’an, de ahí hacia el hostel es relativamente sencillo, únicamente hay dos líneas de metro, una que cruza la ciudad en vertical y otra en horizontal, y como el metro de Bejing, es bastante rápido y cómodo viajar, por 5 yuanes de nada (75cts de €).

Llegada a Xi'an; estación de tren.


Las dos caras de Xi'an, a la izquierda la puerta a la ciudad antigua, a la derecha, la zona nueva.

La muralla y su fosa con agua.


Así que ya me encuentro en el centro de de Xi’an, a las puertas de la muralla que rodea la ciudad antigua, donde se encuentra el hostal, que siguiendo mis despistes, trato de entrar a la ciudad por la puerta que se utiliza para visitar la muralla y en la que hay que pagar, y después de una conversación absurda con el de la entrada, acabo entendiendo que aquello no era la puerta, y me redirige a la puerta correcta. Cosas mías.

Por fin llego al hostel, al YHA See tang, la cierto uno de los hostels más cuidados y mejores de los que he estado; prácticamente todo nuevo y con una azotea muy chula, en la que pasaré varias horas.
Hecho el xet in, es hora de ir a comer algo, y como no hay mucha opción, decido probar uno de los locales callejeros que hay alrededor del hostel, y realmente no me equivoco, por unos 12 yuanes, consigo comer unos noodles con carne y verduras muy ricos y muy picantes, y una maravillosa ice peak orange, ante la risa de la gente del bar / restaurante, un sitio lujoso.


Por fin, con el estómago lleno y con alojamiento, me puedo dedicar a visitar la ciudad, eso sí, bajo un sol de justicia, si ayer en Pingyao y el día del monte Hen hacía mucho calor, creo que hoy es mucho peor.

Callejeando por Xi'an. 
Cualquier sitio es bueno para tender la ropa.
Hago un primer intento de visitar un templo museo de la ciudad, que la gente del hostal me ha recomendado, pero la verdad es que no me apetece mucho, y me voy a callejear un rato y espero que haga menos calor para visitar la muralla, cosa que no ocurre, y decido subir arriba, al módico precio de 98 yuanes.

La muralla se puede recorrer entera si se quiere, cosa que no haré, es muy larga y prefiero quedarme comiendo un helado, aunque con lo que en la misma muralla se alquilan bicicletas para ir de una puerta a la otra, que como es bastante ancha, es fácil poder circular, de hecho lo hacen hasta unos cochecitos del estilo de carritos de golf.



Arriba, a la izquierda gente paseando en bicicleta por la muralla y la "tienda" de bicicletas. Abajo, vista de la muralla y de la calle principal con la torre de la campana al fondo.


Mientras como el helado, un grupo de jóvenes estudiantes me pregunta si se pueden hacer un selfie conmigo, ya estoy habituado a esto, y además me dicen si les puedo rellenar un cuestionario, que están buscando extranjeros para una encuesta del colegio. Como no acepto y relleno el cuestionario sobre preguntas de cultura general de China, sobre los conocimientos que tengo sobre China y Xi’an. 


Pero no acaba ahí la cosa, me piden si me pueden entrevistar y grabar para poder reproducirlo en clase. Y como no tengo muchas más cosas que hacer y para pasar el calor, pues también acepto, porque no.

Ya después de la entrevista y del cuestionario, me despido de ellos, y me voy a visitar la torre del tambor y la torre de la campana, y luego iré a dar una vuelta por el mercado musulmán y la mezquita.  Un buen paseo me temo.

La torre de la campana, en medio de la ciudad antigua de Xi'an
Al rato de caminar por una larga avenida, la principal, me encuentro con la torre de la campana, o simplemente el campanario, un gran edificio en medio de una rotonda inmensa, y que se puede visitar, pero siguiendo el estilo de hoy, no me apetece pagar por entrar en los museos, templos, etc, con lo que sigo mi camino, hacia la torre del tambor, que está muy cerca y que es donde comienza el mercado musulmán y donde estaré un buen rato, comiendo algo para cenar y dando varias vueltas y disfrutando del ambiente que hay, al igual que en el mercado de Beijing, hay mucho ambiente y todo tipo de comidas, aunque no han tanto "bicho" raro en este mercado, digamos que la comida es más normal.

La torre del tambor.
El mercado musulmán, 19 de la tarde con mucho ambiente ya.
Preparando algunos dulces y carne para la barbacoa

Paseando por el barrio musulmán
Ya de noche, regreso hacia el hostal, y me paro primero a ver los juegos de luces de la muralla, que realmente es interesante, pero como no, llego al finalizar el espectáculo y me retiro a dormir, que mañana quiero madrugar para ir a ver los guerreros de terracota y no quiero ir muy tarde.

La muralla iluminada.

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