miércoles, 7 de septiembre de 2016

Día 51 - Llegada a Chengdu y Evan

Miércoles, 3 de agosto. Muy pronto empieza mi día para ir a Chengdu. A las 5 viene un conductor que me llevará hasta el aeropuerto de Xi'an, que al final, las comunicaciones en tren no me iban bien del todo. El aeropuerto de Xi'an está realmente lejos, tardamos cerca de 40 minutos a unas horas que no hay tráfico ni nada, así que no me puedo imaginar como debe a pleno día, pero bueno.

En el aeropuerto, para la hora que es, hay bastante actividad, pero bueno, en unos minutos, y luchando de nuevo en la cola de facturación, consigo la tarjeta de embarque y voy a desayunar algo rápido, ya que no tengo mucho tiempo, para variar.

El vuelo dura unas dos horas, con China Eastern Airlines y una vez en Chengdu, la mejor manera para ir al centro es coger un bus hasta el centro de la ciudad y de allí coger algún taxi o moto taxi que me lleve hasta el hostal.

Una de las primeras cosas que veo, es que si en general en China hay mucha moto, aquí hay muchas más y tienen una especie de licencia para hacer lo que quieran, ir en contra dirección, sin casco, por la acera, girar en medio de la calle, en fin, todo lo que se pueda ocurrir lo pueden hacer con toda impunidad, con lo que mi viaje en moto pasa de todo, desde meterse por la acera, pitando a los peatones para que se aparten a ir en contra dirección, y cruzar en rojo.

Mi taxi al hostal, no sé como llegué vivo.
Increíblemente llegue sano y salvo al hostel, incluso mi mochila llega bien, tal como la había atado no lo tenía claro, pero bueno, eso sí, como medio de transporte es muy barato, apenas me cobra 15 yuanes y divertido, claro.

El hostal esta en una callejuela un poco descuidada, pero la recepción y las zonas comunes están muy bien la verdad, no así las habitaciones, que sí están un poco dejadas. Es un dormitorio de 10 camas, y en una de ellas está Evan, un chico americano, que vive en Osaka, Japón, y que ha venido unos días, a entrenar en un dojo diferente al suyo.

Enseguida nos ponemos a hablar y me cuenta que él también ha llegado hace un rato, y decidimos ir los dos a dar una vuelta por el centro de la ciudad, del que estamos al lado, es lo bueno del hostal, a parte de la zona común es que está muy bien ubicado, cerca de la calle Jinli y del templo de Wuhou. Así, que allí nos vamos.

El templo de Wuhou es un recinto con diversos parques y muy bien conservado, y por primer día desde que estoy en China, nadie me pide fotos, se las piden a Evan .... XD mejor, asi no tengo que posar mucho.

Entrando al templo de Wuhou, previo pago de la entrada, claro (70 yuanes)


Uno de los edificios del templo y a la izquierda, una imagen de Zhuge Liang, a quien está dedicado el templo. Abajo, varios de los jardines del templo.



Zhuge Liang.
Y como estamos al lado de la calle Jinli, la calle más típica donde puedes encontrar todo tipo de comida, sin llegar al nivel de Beijing, pero mucho más cuidado y más ordenado. La verdad es que esta zona de la calle Jinli está muy bien cuidada, y tiene un aspecto más similar al old town de Pingyao que cualquiera de las otras ciudades por las que he pasado.



Zona de la calle Jinli

Todo estaba perfectamente cuidado en esta zona


Entre pitos y flautas, ya es casi hora de comer, así que probamos un par de platos típicos de la calle Jinli, picante a rabiar, pero para matar el gusanillo antes de comer algo más serio; todo el mundo, me ha dicho que posiblemente Chengdu sea la ciudad con mejor gastronomía, me hay recomendado que pida un hotpot, que es básicamente una olla enorme en el centro de la mesa, dividido en varias áreas, según si pides cosas para freir o hervir, y añades los diferentes ingredientes, un poco como una fondue francesa.

Evan y yo degustando las delicias de la calle
Pero bueno, eso lo dejaremos para otro día, ya que es bastante pesado, y nos decidimos por unos noodles, extra picantes, de un puesto callejero, pero que realmente están muy ricos.

A los ricos noodles, extra picantes.
Como los dos nos hemos tenido que levantar pronto para llegar a Chengdu, decidimos ir a descansar un poco al hostel, bueno yo aprovecharé para actualizar el blog que mientras lo hago, uno de los miembros del staff ve varias de las imágenes de Mongolia y me cuenta que su familia es de allí, y a partir de ahí, el chico me va ayudar en todo.

Ya a media tarde, Evan y yo, después de decidir que mañana iremos a ver los pandas, nos vamos a dar otra vuelta por la ciudad, Evan quiere comprar algo de material deportivo, ya que se ha traído lo justo. Así que buscando algún lugar donde comprar, vamos dando una serie de vueltas, y llegamos hasta uno de los ríos que cruzan la ciudad, y que hay una especie de milla verde, por donde hacen deporte la gente hasta un parque bastante grande. Así pasamos la tarde paseando por Chengdu.


Pescadores en el río, no sé si fiarme de comer mucho pescado de aquí, pero bueno.

Eso sí, unos aficionados comparados con este, esto es pescar.

El gran parque de Chengdu, parecía que estuvieras en la jungla

Con un pequeño bosque de bambú... a ver si veo algún panda por aqui.
Para cenar, Evan me comenta que tiene un amigo en la ciudad y que ha quedado con él para cenar, con lo que nos despedimos hasta mañana y yo decido caminar de vuelta al hostel y cenar algo otra vez en la calle de Jinli, aprovechando al máximo el street food.

Los autobuses eran de estilo clásico.
Si ya de por si la calle Jinli, y alredoderes era muy bonito, por la noche e iluminado, aumenta su encanto, la verdad es que es muy bonito, y como no, la gente de Chengdu está toda aquí.

Bonitas luces en las calles
Lago y calles iluminada a modo tradicional

La gente comiendo por la calle
Primer panda que veo ...casi todo en Chengdu está decorado o tiene alguna imagen de un panda
Finalmente, me he pedido una especie de dumplings rellenos de algas y no se que más, una textura rara, pero está rico
Pero bueno, ya es tarde, y después de comer algo, me vuelvo al hostal, a descansar que mañana vuelvo a madrugar para ver a los pandas, parece que la mejor hora para verlos es a primera hora, ya que es cuando les dan de comer y hay menos gente, así que a descansar se ha dicho.

Gran ambiente en la calle Jinli, como en todas los mercados de street food.

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