jueves, 8 de septiembre de 2016

Día 53 - Decepción en el monte Emei

Viernes, 5 de agosto. Nuevamente en ruta para ir al monte Emei, y de paso ir a ver el Buda de Leshan. Así que de ida, voy a la estación de Emeishan, y por la tarde volveré desde Leshan, que está sólo a 10 km. la una de la otra.

Al llegar a Emeishan, el día no está muy claro, está bastante nublado y el suelo mojado, pero bueno, cojo un tren que me ha de llevar desde la estación al pie de la montaña. Al llegar allí, empiezo a buscar la oficina de la taquilla y me encuentro que hay como una carrera por la montaña, o hay un montón de gente preparada con ropa de corredor y una serie de banderas que deben indicar el nombre del equipo.

Llegando a Emeishan
Al fondo lo que parece que es la cima de la montaña, día nublado
Pero bueno, buscando la taquilla me pasó una hora casi buscando donde está la taquilla para comprar el ticket, la verdad es que no está muy claro, y al final, después de preguntar varias veces, incluso en una caseta que pone atención al turista y que no saben inglés, logro encontrar el Centro del turista, nada fácil me parece.

Gente preparándose para la carrera
El parque por lo que me explican se divide en varias rutas, según al templo que quieras ir y que puedes acceder en buses, que se han de pagar aparte de la entrada. Así que de momento decido hacer el camino del primer templo hasta media montaña, unos 17km, de ahí cogeré un bus hasta casi la cima, y haré los últimos 7km. Creo que será una buena caminata.

Los correros han marchado y toda la gente porque está lloviendo y mucho
Así que en cuanto tengo la entrada a la montaña, me voy hacia la entrada, parece que la carrera ya ha empezado y lo que también ha empezado es a llover, bastante además, pero bueno, chibasquero en mano y a caminar, no hay tiempo que perder.


Unas cascadas y un buda abren la entrada al monte

Inicio del parque
 El camino, como ya vi durante la subida al monte Huan, está todo empedrado bien, con lo que hace que el caminar sea sencillo, pero por suerte, al llover no hay mucha gente y no está muy transitado, además por lo que he visto, casi todo el mundo compra billetes para los buses, con lo que entiendo que se han ido todos hacia arriba.


Empieza la caminata bajo la lluvia
 Por el momento, la lluvia está siendo intermitente, con lo que ahora ha dejado de llover, eso sí, no guardo el chubasquero por si acaso. Las vistas que me voy encontrando, es de una gran vegetación, todo muy verde, que indica que llueve por aquí.

Lo que si voy encontrando, a parte de multitud de vendedoras de ponchos de plástico barato por 10 yuanes, es que muchos corredores se están volviendo hacia atrás, totalmente mojados, eso sí.


 Y al cabo de un rato, por fin aparecieron, mis amigos los escalones... bien!! solo espero que no sean tantos como en el monte Huan.


 Después de unos minutos subiendo escalones, en algunos casos infinitos, llego al primer templo donde quería hacer un pequeño descanso, pero con lo que llueve, decido seguir un rato más, a ver si para; con lo que sigo tirando para adelante, eso sí, las escaleras se han terminado por un rato, y el camino transcurre llano entre las montañas, y parece que se ha aclarado un poco el tiempo.

Uno de los templos que me voy encontrando por el camino
 Parece que las escaleras se han acabado por un rato


Aunque ya definitivamente parece que ha dejado de llover, el camino está muy mojado y resbaladizo, que esté empedrado está bien, pero por momentos es molesto el ir patinando por el camino. Además también el camino se termina, y he de coger una pequeña carretera, que aunque no pasan muchos coches es un poco molesto, pero bueno.

Al cabo de un rato llego a otro punto de acceso al parque, desde donde se puede empezar el camino, y por suerte, me dejan pasar los revisores de los tickets, porque no había guardado bien el ticket de entrada y está totalmente bañado, pero bueno, han debido ver que lo había comprado con el trozo mojado que les enseño.

Eso sí, la nueva ruta me lleva por una infinita escalera hasta un nuevo templo, y desde donde bajando a la zona del párquing, podré coger un bus a la zona más alta, o eso espero.

 Llegando al templo desde donde tendré que bajar unos kilómetros hasta el parking.

Una vez arriba, lo que si me encuentro, son porteadores de gente, es decir, gente que lleva una silla entre dos y que les puedes pagar para que te suban o bajen al templo o al parking; en general veo a poca gente contratando porteadores, pero alguno he encontrado, y no es gente mayor invalida, es gente adulta, pero que ves que podría caminar tranquilamente, pero bueno, es mucho más cómodo así.

Porteadores descansando esperando algún cliente.
Y por fin llego a la zona del parking, unos 17km después y 4 horas de subir y bajar escaleras, ahora a buscar un bus que me lleve hasta arriba.

Al final me dicen que sí, que hay buses que me llevan hasta allí y sale a las 15, son las 14:15, pero malas noticias, el último bus sale a las 18 y el viaje dura una hora mínimo, con lo que no sé si tendré tiempo en subir y bajar a la cima, bueno voy a ver.

Los buses que me llevaran a la cima del monte Emei

Y efectivamente, una hora después de ir por una carreterita de muchas curvas llego hasta la zona de buses y desde la que tengo que subir hasta arriba. Una vez allí, confirmo los horarios de los buses, y sí, me dicen que a las 18 sale el último o bueno los últimos, con lo que no me va a dar tiempo a subir caminando y  bajar y que además hay mucha niebla y apenas se ve nada. Con lo que decido irme devuelta a ver si puedo llegar a Leshan y ver al gran Buda.

Después de 1:30h de siesta en otro bus, llego a la zona del pueblo, y desde allí tengo que coger otro bus a Leshan. El tema se está complicando mucho, con lo que, junto a una familia y una pareja de chicas, nos vamos en coche privado, que sale relativamente barato, unos 40 yuanes.

El conductor, que no sabe mucho inglés me deja en la estación de buses y como son ya las 19, decido que no llego al buda de Leshan, otro día será y trato de contratar un moto taxi que me lleve a la estación de tren, cosa que consigo después de varios intentos y por mediación de una chica que amablemente traduce el inglés a los conductores.

En definitiva, mi gozo en un pozo, me he mojado y no he podido ni ver la cima del monte Emei ni el gran Buda de Leshan pero bueno, otro día será.

Finalmente llego de nuevo a Chengdu, y después de comer unos fideos, me voy a dormir. Mañana toca vuelo a Zhangjiajie y el parque natural de Wullingyuan, básicamente, lo que sería Pandora, el planeta de la película Avatar.

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