miércoles, 20 de julio de 2016

Día 20– Regreso a Ulan Ude y fin de fiesta

Domingo, 3 de julio , después de pasar una noche plácida en este tranquilo pueblo de Gremavski, he planeado ir a ver un lago con un monasterio que hay relativamente cerca del pueblo, a unos 6km. No puedo perder mucho tiempo, porque el bus me recoge a la 13:30, la chica de la recepción que me ha gestionado el billete de vuelta me ha dicho que más tarde era imposible.

Así que me dispongo a desayunar y entre una cosa y otra, se me hace casi las 11 / 11:30 con lo que mi intención de ir al lago se desvanece, de hecho cuando se lo comento a la recepcionista que quiero ir caminando me mira con cara rara. De todas formas, me voy a dar una vueltecica por el pueblo, a ver que encuentro.

Día de playa en el lago Baikal
La verdad es que el pueblo en sí no tiene nada salvo la playa y el lago, y un cuartel abandonado del ejército, o eso me comenta. Así que de despedida, me doy otro bañito en el lago y vuelvo al hostal ya que el bus pasa a recogerme por allí, que ya tiene mérito.
Nada nuevo en el pueblo para estas cabras
Nada perturba la tranquilidad en Gremischy
Se vende cuartel, razón gobierno ruso

Todos los caminos llevan a Gremiasvky
Como no, me toca el sitio más divertido de todos en el autobús, que es una especie de mini van de 20 personas, donde hay una especie de asientos replegables en el pasillo, con lo que me toca uno de esos sitios.
En primera línea del autobús, para salir volando si el conductor pega un frenazo

El autobús, vuelve a hacer la misma parada que el día anterior para comer o tomar algo, y en esas que un grupo de chicas que está en el autobús se dirige a mí y entablamos una conversación, un poco de donde soy, sobre el viaje, que justo ellas acaban de graduarse en la universidad y lo estaban celebrando en la playa, etc. La que más conversa es Natasha, que acaba de graduarse en chino, y le parece divertido que viaje sólo y todo el viaje que voy a hacer.

Pero bueno, nos volvemos al bus, y nada trato de echar una siestecica en mi sitio, cosa complicada porque voy de lado a lado del asiento.

En fin, en un rato estamos de vuelta en Ulan Ude, y lo primero que he de hace es buscar alojamiento para la noche y para los siguientes días en Ulan Baatar, que con todo no tengo donde dormir.
Asi que tras varios intentos consigo reservar hoteles en los dos sitios, ya solo queda recuperar la mochila grande e ir al hostal, que por cierto, ahora entiendo porque había sitio para dormir, es bastante básico, pero bueno para una noche.

Y nada, dejo la bolsa y me voy a ver los conciertos que parece que hay en la plaza principal, donde está la cabeza de Lenin, no sin antes tratar de comer buuz (dumplings o esas bolas de pasta hervidas rellenas de carne), ya que Alexandra, me ha dicho que no es posible que me vaya de Rusia sin comer buuz.

Iglesias adaptadas tecnológicamente con WIFI

La calle principal medio vacía, todos al concierto
Mi última cena rusa, algo así como filete de pescado saludable con lentejas ... 2€!!! Delicious

Pero bueno, tampoco me esfuerzo mucho en encontrar algún sitio y me vuelvo a la plaza que está más divertido, y allí paso un buen rato, viendo diversos grupos tocando; lo curioso es que cada grupo sólo toca dos o tres canciones y se van, y están rotando constantemente, así durante 3 horas que dura el concierto, que acaba con la plaza cantando el himno de Buryat y con una danza tradicional.

Una de los múltiples grupos y cantantes que aparecieron.
El Julio Iglesias de Buryat
Turno para las Spice Girls
Y un poco de Tote King, hip hop del bueno, en ruso claro

Se formo una especie de circulo donde la gente bailaba algún tipo de danza tradicional

Acabado el concierto y que parece que ya no hay nada más, me voy al hostal, ya que el autobús a Mongolia sale mañana temprano, así que es hora de recogerse. Por el camino, casualmente me vuelvo a encontrar a Natasha, cosa que le hace mucha gracia, y nada me pregunta por los dumplings, y como no he comido me dice que mañana me invita a comer en un sitio que conoce; cosa que lamentablemente no podrá ser, pero bueno, nos despedimos, y nada me desea suerte en el resto del viaje.

Ya de vuelta en el hostal y mientras voy repasando algunas cosas, conozco a Choi Mihn, una chica que vive en Hong Kong y que va a hacer el transiberiano desde Ulan Baatar a Moscú, y nada, hablando sobre los viajes, me dice que cuando esté en Hong Kong, le diga algo, que ella ya estará de vuelta del viaje y me enseñará la Hong Kong real, no si esto del viaje al final va a resultar que me va salir bien y conoceré sitios que solo conocen los autóctonos. Pero bueno, queda un mes y medio para eso, así que de momento nos despedimos.

Remarcar que posiblemente, es la peor noche en cuanto a dormir, porque hay un tipo que no es que ronque sino lo siguiente, somos 6/7 en la habitación y sólo puede dormir él, el resto estamos despierto, de hecho un chico francés recoge sus cosas y se va a dormir al salón. Creo fervientemente, que en los hostales deberían separar a la gente que ronca de la que no, pero bueno, yo en un rato me 
voy a Mongolia.

Así que fin a la primera etapa del viaje, en breve empiezo una nueva aventura por Mongolia.

Despedida de Rusia; 3 semanas muy divertidas y muy gratificantes, eso sí, creo que ya no veré más a Lenin.


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