domingo, 3 de julio de 2016

Día 13 - Tyumén, camino de Novosibirsk (llegando a 3.335km de Moscú)

Domingo 26 de junio. El día empieza lloviendo y muy pronto, ya que tengo que el tren a Tiumén a las 7:40 y no tengo los billetes imprimidos, con lo que tendré que ir a la taquilla a ver que puedo hacer, en principio no debería haber problema, pero a saber.
De todas formas llego bastante justo para el tren y hay bastante cola más los que se cuelan sin que nadie les diga nada, pero bueno.
Una vez llego a la taquilla, empiezan mis problemas con los billetes de tren, no tengo el número de reserva del billete con lo que a la taquillera parece que es imposible que encuentre mi reserva por mi pasaporte, y así estamos como 30minutos, viendo a ver como puede sacarlo del sistema, llamando a medio mundo. Al final, le digo que no se preocupe, de todas formas ya he perdido el tren, son las 8:20 y el tren salía a las 7:40, con lo que le digo, mediante Google translate, que no se preocupe y que compro otro billete para el próximo tren, con lo que la taquillera sale de su estrés, y nada, arreglamos el nuevo billete. Al final sólo he perdido 480Rb, (unos 6€) pero bueno, es lo que hay.

Con lo que a las 9:20 cojo el tren para Tiumen, aunque preocupación será el billete de Tiumén a Novosibirsk porque ese si fue bastante más caro, pero bueno trataré de conseguir una wifi y obtener el número de reserva, a ver si así consigo imprimir el billete.

Sobre las 12:30/13 llego a Tiumén, y lo primero que hago es tratar de buscar una wifi para descargar el billete. Buscando por la estación, me encuentro una de las wifis abiertas de unos de los cafés, con lo que consigo el código y en las máquinas automáticas de reservas, consigo imprimir el billete. Buff, asunto zanjado, ya tengo mi billete a Novosibirsk, con lo que ahora dejo la mochila en el cloak room, y me voy a visitar Tiumén.

Pinta mal el día también en Tiumén
Uhmmm he llegado tarde a la guerra de colores!!!
Otro monumento homenaje a la WWII.
Aún así, me voy a dar una vuelta por la ciudad. La ciudad ofrece una imagen de ciudad moderna o al menos a primera vista, y como la estación de tren está a un paso del centro  en un momento me encuentro en el parque central, que al ser domingo parece ser que está toda la ciudad aquí; también ayuda que el parque está lleno de atracciones
Llegando al parque central de Tiumén.



Había atracciones para todos los gustos

Café / bar / fumadero, lo cierto es que se encuentran bastante sitios para fumar en Rúsia.

Poco a poco voy recorriendo las calles de Tiumén, que al ser una ciudad pequeña, fácilmente se recorren, de hecho en poco más de dos horas me recorro el centro y la zona del río.

Chico paseando en pony; en cualquier parque te podías subir a un pony.

Parecía que quería salir el sol

Al final salió el sol y quedó buena tarde
Ya a media tarde, y después de tomar un refresco a la orilla del río, me voy para la estación, que entre una cosa y otra, se me hará tarde, así que me dirijo hacia allí, recojo la mochila de la cloak room, y espero a que salga el tren.

La casa de jaggermeister en Tiumén, con reparto a domicilio en coche!!!

Ya en el tren, parece que en el camarote del tren sólo iremos Alexander y yo, ya que aunque es 2da clase, parece que hemos pagado algún tipo de upgrade y tenemos tele, cena y desayuno; todo un lujo. Con Alexander, aunque no habla inglés, mantenemos una interesante conversación, utilizando de vez en cuando google translator, todo ayudado por una botella de vodka con limón que trae consigo y que compartimos, junto a una lata de paté mallorquín. Eso sí, parece que Alexander no tiene suficiente con el vodka, y no sé como lo hace, pero consigue dos cervezas con lo que la fiesta y la conversación continúan hasta la media noche, que él comenta que se va a dormir, ya que en 3 horas llegamos a Omsk, que es donde se para; yo seguiré unas cuantas horas más hasta Novosibirsk. La verdad es que lo pasamos bien esa noche en el camarote entre vodkas y cervezas, incluso me enseña como preparar de forma excelente los noodles, todo un detalle porque será mi comida en el tren en los próximos días.

Alexander ko en el camaraote del tren, no ha nacido ruso que pueda con un catalá, malorquín, terolense.

Yo sigo un rato más despierto preparando nuevas entradas para el blog, y me retiro a dormir. Ya me encuentro cómodo y todo durmiendo en los trenes. 

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