sábado, 13 de agosto de 2016

Día 37 - Regreso a Tsetserleg

Miércoles, 20 de julio. Hoy toca regreso a Tsetserleg, a disfrutar un par de días del Nadaam y luego hacia UB para coger un tren a Beijing. El tiempo en Mongolia se acaba, pero ha sido muy divertido, y bueno lo que queda, aun me faltan unos días.

Antes de ir con el coche a Tsetserleg, me doy el último chapuzón y desayuno algo rápido, ya que el chófer ya espera. Mientras desayuno, una de las encargadas del campamento me dice que van a venir tres personas más en el coche, pero que les hemos de esperar ya que han de recoger la tienda donde han dormido estos días. Yo ya le digo que sin problemas, que no tengo prisa, con lo que en vez de salir a las 10 saldremos sobre las 11.
Último vistazo del lago
El chófer yendo a buscar a los 3 compañeros de viaje
Nuestro coche
Me despido del lago y de los campamentos nómadas

Los tres chicos a los que esperamos son una pareja de canadienses que viven en Shangai, Braden y Britt, y un chico alemán, Felix, que vive en Australia. Así que los 5 nos vamos hacia Tsetserleg. Los 3, que se han conocido en el lago, vienen de viajar del norte de Mongolia y la intención es ir hacia el sur, hacia el desierto del Gobi.

Así que los 4 nos vamos para Tsetserleg. Por el camino nos vamos explicando nuestras vivencias en Mongolia y cuando podemos dormimos un rato. El viaje durará unas 2 horas, pero mejor que el bus.

Así que a la hora de comer, estamos en Tsetserleg, en Fair field hostel de nuevo. Yo, como tengo reserva en el hostel no tengo problemas, pero el resto tienen que ir a un ger que les ofrece una de las empleadas del hostel, porque no hay alojamiento en todo el pueblo.

Una vez ubicados todos, quedamos para ir a comprar algo de comida para el desayuno, y para dar una vuelta por el pueblo y cenar. Al cabo de un rato, sólo aparece Felix, diciendo que Britt no se encontraba bien del todo, con lo que quedamos con ellos para cenar, y nos vamos Félix y yo a dar una vuelta y a comprar algo. Esperemos un rato, porque está lloviendo mucho, y no es plan de salir lloviendo.

Al final, logramos salir del hostal, y nos vamos a ver lo poco que hay que ver en Tsetserleg, como el monasterio de la montaña, pasamos por el museo, pero poco más, y esperamos a Britt y Braden para cenar. Nos cuesta encontrar un sitio para cenar, porque la lluvia ha hecho que se haya ido la luz de todos los sitios y en ningún bar hacen cenas. Pero buscando, encontramos un pequeño local, que aunque no tiene luz, tiene unos enormes ventanales y tienen fuego en la cocina. Con un poco de paciencia y empeño, logramos que nos ofrezcan algo de comer, una sopa de carne, con dumplings rellenos de carne. Felix y yo nos quedamos allí a degustar esa "exquisitez", pero Britt dice que eso no lo puede comer y se retiran al ger. Posiblemente, es la comida más pesada que haya probado en mi vida, y Felix piensa igual.

Y como no hay luz en los restaurantes, las mayoría nos dice que tampoco sirven cervezas, así que finalmente, compramos unas cervezas y nos las tomamos en una mesa que hay enfrente del Fair Field, ya que dentro, por las reglas estrictas de no alcohol dentro del hostal, no podemos entrar.

Felix y yo tomando una cerveza para celebrar cualquier cosa
Así, que allí estamos apurando la cerveza antes de que empiece a llover, y finalmente, Felix se va a su ger y yo me quedo en el hostal. Mañana ya hemos hablado de quedar para ir a ver la ceremonia de apertura del Nadaam que en principio es a las 10. Así que será desayunar e ir para el "estadio" de Tsetserleg.

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